La historia entre nuestros pacientes y nosotros comienza con una entrevista telefónica en la que el paciente explica someramente su problema y su demanda al jefe de equipo o a otro terapeuta del Instituto.
La siguiente etapa es una consulta –que suele articularse en dos sesiones– cuyo objetivo es conocerse, examinar en detalle el problema o los problemas por los que se ha acudido a nosotros y elaborar de forma conjunta la mejor manera de tratarlos.
Esta consulta suele terminar con una propuesta terapéutica o con una respuesta a la pregunta clínica que se nos ha planteado (diagnóstico, evaluación de problemas y opciones, etc.). La consulta no implica compromiso alguno
Una de las valoraciones que se hacen con los pacientes durante la consulta es qué forma de intervención es la más adecuada para su caso concreto: ¿psicoterapia individual? ¿O es más apropiado involucrar a la pareja? ¿O es posible activar todos los recursos incluyendo a los miembros de la familia para todas o algunas fases del trabajo terapéutico? La orientación clínica sistémico-relacional de nuestro trabajo permanece inalterada pero la elección de a quién involucrar en el proceso y el tipo de tratamiento es objeto de mucha atención.